La devaluación y su efecto en las economías caribeñas
Últimamente, la fluctuación del valor de las divisas ha variado más que de costumbre en muchas zonas del mundo como es el caso de Europa debido principalmente a la Guerra de Ucrania. Esto ha generado recurrentes debates, aunque en el Caribe y Centroamérica la devaluación de las divisas no es algo tan extraño.
DeLisle Worrell, Gobernador del Banco Central de Barbados, ha publicado un reciente comunicado en el que reflexiona sobre la situación económica de las naciones centroamericanas. No hay que olvidar que el doctor DeLisle Worrell estuvo trabajando en el FMI (Fondo Monetario Internacional) de la capital estadounidense durante alrededor de diez años, donde sus compañeros europeos hablaban sobre sus vacaciones en países de la zona caribeña.
Naciones como la República Dominicana, Jamaica o Cuba son lugares más baratos que Barbados, Antigua o San Cristobal. Según Worrell, sus compañeros justificaban esta discordancia de precios debido a que las divisas de los primeros países se habían devaluado en comparación con el dólar estadounidense. Al darse esta situación, es normal deducir que los destinos que exigen un nivel económico superior, pueden atraer más turistas o turistas con más dinero. Esto debería acelerar el ritmo de crecimiento de la economía de estos países, lo que debería derivar en la devaluación de las monedas.
La errónea lógica sobre los beneficios de la devaluación de la moneda
A pesar de la teoría que acabo de exponer, el actual Gobernador del Banco Central de Barbados discrepa abiertamente sobre ese tipo de lógica. De hecho, profundiza acerca de esta discrepancia de forma específica en su libro “Development and Stabilization in Small Open Economies” (Desarrollo y estabilización en pequeñas economías abiertas).
Esta obra comienza mostrando el titular de la prensa de Barbados de hace diez años que decía: “Choque con el FMI”, haciendo referencia al Fondo Monetario Internacional donde trabajaba Worrell. En esta noticia se hacía referencia a una reunión entre la Directora Gerente del FMI de por aquel entonces y los encargados caribeños de las reuniones que se celebran de forma anual entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En esta reunión, según la noticia que había sido filtrada, Worrell mantuvo una discusión con la anterior ministra de Finanzas de Francia sobre la parte positiva de la devaluación. Ella apoyaba, como sus anteriores compañeros europeos, que era posible alcanzar un crecimiento económico gracias a la devaluación de la moneda. La ex ministra defendía que, cuando el euro pierde valor respecto al dólar, los vuelos a Francia son más baratos y esto genera un número mayor de visitantes al país.
Por otro lado, todo caribeño que se precie está al corriente de cuánto cuestan los vuelos de su región, así como de los hospedajes, del nivel de los restaurantes, del transporte interno, de los servicios y atractivos turísticos y de cualquier negocio del sector. Todos estos precios están al nivel del dólar estadounidense.
A principios de la década de los 90, el valor de la divisa de Trinidad y Tobago se desplomó, pero el precio de los taxis aumentó de forma que en dólares no se apreciase alteración alguna. Esto quiere decir que las tarifas a la que las economías más reducidas venden de cara al mercado internacional son fijadas de forma externa. Por lo general, estas fijaciones responden al dólar estadounidense y no varía dependiendo del valor de la divisa local.
¿Cómo prever el crecimiento económico de un país?
Entonces, ¿qué factores intervienen a la hora del turismo en la zona del Caribe? Debido a la popularidad de la región, las características más importantes de cara al turismo son, aunque parezca lógico, la cantidad de alojamiento y la fama que se ha labrado el lugar. Muchos países caribeños ofrecen servicios conocidos por tener una calidad y un precio merecedores de reconocimiento.
Si queremos consultar si un país ha crecido o no económicamente, las características en las que hay que fijarse tienen que ver, principalmente, con los factores de producción como la productividad de la mano de obra o el volumen de inversión en nuevas capacidades. Como conclusión podemos establecer que las fluctuaciones de valor de las divisas locales con respecto a otra, sea dólar estadounidense, euro o cualquiera, no repercute de forma alguna e en el volumen de turistas o en la exportación de materiales mineral o productos de cualquier tipo.
Con esto en mente, podemos deducir que este tipo de variaciones no tienen efecto sobre el crecimiento económico de los países centroamericanos, que sale perjudicado por las devaluaciones de la moneda.
En un momento en el que la Guerra de Ucrania está resultando devastadora para muchas economías mundiales y está generando mucha inflación, podemos observar con mayor claridad que la devaluación de las divisas no es ora cosa que uno de los mayores generadores de inflación. Esto se lleva viendo más tiempo en los países del Caribe ya que, al disminuir el valor de sus monedas locales, el coste de la vida aumenta de forma acorde a los precios fijados por el dólar estadounidense.
Como consecuencia, las economías que tienen una dependencia directa con las importaciones, como son las de los países comprendidos en el mar Cribe, sufren una pérdida de poder adquisitivo. Esto se debe a la devaluación de la moneda, la fijación internacional de los precios y los elevados costes de producción.